domingo, 24 de agosto de 2014

¿Mendigando amor?

Considero que al leer esta pregunta, tu cerebro automáticamente dirá: ¿yo? ¿Qué? No!
Y lo segundo será: “Yo me doy mi lugar, no soy una candy, sé lo que valgo”
Pero wait! Creo que darle un ojo a esto no estaría demás (claro para ayudar a alguna “amiga(o)” que pueda estar pasando por esto)

Llegas a mendigar amor cuando sabes perfectamente que ese tipo(a) ya no quiere nada contigo, te dijo “flaca(o) fue todo”, sale con otra chica(o) (o se rumorea, lo cual también cuenta), te engañó, te dijo que necesita tiempo, le dice a medio mundo que no le gustas (pero obviamente tu no lo crees, porque creer en chismes es malo), etc etc etc. Y a pesar de todo ello igual sigues pensando en esa persona, aún miras su foto de perfil, aún disfrutas hablar de él(ella), aún lo stalkeas para saber qué fue lo último que escribió en su muro, aún armas planes para encontrarte con el(ella) en una “salida casual” con otros amigos, aún consideras este pensamiento:  “si me dice que me ama aún, yo regreso con él, no importa que salga con mil flacas(os), yo igual lo esperaré”. O que consideres que está en una etapa inmadura de su vida por lo que necesita besar a muchos sapos o candys para que se dé cuenta que tú vales más que todos ellos.
Lo lamento pero si estás en una de estas situaciones, estás mendigando amor.

Mantener la idea de que ese chico aún puede ser para ti a pesar de que ha dicho a medio mundo que no le gustas y encima te mantiene en la super friendzone, para que lo entiendas, y aún así oras más que monje en convento para que te haga caso, es una idea errada. Primero porque el amor nace de manera espontánea (cabe mencionar que con esto me refiero al inicio de una relación, y no a un matrimonio donde el amor pasa a ser una decisión). Segundo porque no puedes pedir que alguien te ame, el amor se gana, no se obliga, para tal caso todos iríamos a que un chaman nos haga un amarre ¿no?

No me malinterpretes, orar está bueno, pero se trata de orar para que de quien tú te enamores o se enamore de ti sea un hombre o mujer de Dios, que realmente respete los principios de él, y luego así tú podrás esforzarte y conquistarlo(a) o dejarte ser conquistado(a). Eso sí es válido.

Si has estado en una relación por mucho tiempo es considerable que aún pienses en esa persona, porque obviamente formó parte de tu vida, lo que no es válido, es que aún mantengas la idea de que puede haber un “remember”. Tampoco me malinterpretes aquí, considero que una pareja puede regresar si el amor aún sigue vivo, pero es ridículo querer regresar luego de saber que esa persona sale con otra…   Ahora, si te engañó o te negó frente a otra(o) tipa(o) sólo para gilearsela(o) No friegues pues! Hay que recordar que tenemos una dignidad que mostrar a otros y sobre todo a uno mismo.

Culpar a la flaca… ¡Como odio esto! Y esto va exclusivamente para mujeres. Lo más ridículo, tonto y torpe, es pensar que le dejaste de gustar al tipo porque fulanita le hizo ojitos, entonces según tu lógica… debes odiar a la chica y hacer su vida imposible…
¿De verdad? ¿Consideras esto normal o lógico? ¡Te estás engañando! La culpa no la tiene fulanita, la tienen ambos. Perder el tiempo odiando a una persona por el hecho de hacerle ojitos a otra es más tonto aún, porque tu vida y tú corazón vale tanto como para darle importancia a estas personas.

Consejito final, el inicio de un amor es espontáneo, no se obliga, se gana luchando. No necesitas esperar a que bese a muchos sapos o candys. Una persona buena se guarda, no se deja hacer ojitos por otra(o), no sale con tipas(os) luego de terminar una relación. 
Recuerda esta frase “aceptamos el amor que creemos merecer” (Libro: Las ventajas de ser invisible). Vive dándote dignidad en cada momento, si tú sabes cuánto vales y ello es alto, ten por seguro que los demás conocerán ese valor y lo respetarán.

Dejemos de ser fríos, podemos ser mejores.

sábado, 5 de julio de 2014

En pie de guerra. Estrategia para destruir el pecado

¿Cansado, aturdido, harto de equivocarte siempre en lo mismo?
Qué es lo que se necesita para dejar de ser la presa fácil de nuestra propia carne, para no ser tan tonto de cometer el mismo pecado una y otra vez. 
La primera vez que cometiste ese pecado y decidiste cambiar de seguro te sentías el rey del mundo, eras un soldado en plena guerra peleando por su vida, aquella que juraste quitarle al mismo infierno. Pero, ahora que volviste a cometer el mismo error, y no solo 1 vez más, si no 2, 3, 4... ¿qué eres, un peón de juego? ¿una persona manipulada por su propia carne? Pues sí, conoce la verdad, no es el diablo quien te hace pecar una y otra vez, eres tú, porque eres quien decide ir y hacerlo. Eres quien decide seguir atado a esas adicciones, que no solo pueden ser la droga o el alcoholismo sino también el sexo, la pornografía, las mentiras, el robo o la flojera... Entérate, eres tú aquel causante de sus propias adicciones, aquellas que sabes están mal pero no quieres aceptar que te están destruyendo la vida, y te están quitando la autoridad para ser quien Dios dijo que debes ser, quien tú quieres ser.

Perdona si fui muy dura, pero creo que aunque la realidad puede ser muy cruel, más cruel es nunca conocerla. Sin embargo, "a los que aman a Dios todas las cosas les ayuda a bien, y esto es conforme a su propósito fueron llamados" (Romanos 8:28)... Esto quiere decir, que aún tu misma situación tan terrible se convertirá en una  gran oportunidad para hacer algo bueno, pero dependerá de ti, porque recuerda, eres TÚ quien decide.

Hay dos cosas terribles en la vida de un cristiano, primero no sentir remordimiento, y segundo ser tan cobarde de ocultar tu pecado. ¿En cuál estás tú? Nadie sabe que estás leyendo esto, así que es hora de ser sincero contigo y con Dios. Deja de ver cómo te pudres en tu pecado. Ya basta de poner excusas tontas como: "la carne de débil" "soy hombre y no puedo controlarme" "soy mujer y no es algo que pueda afectarme mucho" "sólo fue una vez más" "no llegue a mucho" ¡Ya basta!
El pecado es pecado. La carne no es débil, quien es débil es tu espíritu porque no eres capaz de fortalecerlo para que le diga a tu "carne" ¡conmigo no jugarás!
Que seas hombre no significa que no puedas controlarte, recuerda, Jehová dijo que nos dio poder, amor y dominio propio, así que lo lamento pero tu excusa es inválida.
Que seas mujer no significa que no puedas caer en el mismo pecado o que no vayas a tener el mismo final fatal.
¿Solo fue una vez más? Quizás es cierto, pero ella que se puede convertir en solo fueron dos, solo fueron tres... y así hasta que te des cuenta que ya estás en el hoyo.
¿No llegaste a mucho? ¡Te cuento! eso ya es pecado, porque Dios siempre mira primero tú corazón. 
Me alegra a ver destruido las excusas tontas. Ahora vamos el siguiente punto: ¿Qué hacer?

1.      Pide perdón. Si no sientes remordimiento, pide perdón. Si no tienes ganas de hablar con Dios o tienes vergüenza, comienza pidiendo perdón. Si tenías esas excusas en la cabeza, solo arrodíllate y pide perdón.

2.      Ora, alaba y ayuna. Aún cuando no tengas ganas de hacerlo, ¡hazlo! no estoy diciéndote "si en tu corazón está… hazlo..." Te estoy diciendo: ¡hazlo!. No pierdas tiempo. Deja todo, arrodíllate, llora, adórale. Agenda unos días a la semana para cantarle a Dios y hacer ayuno. Estas son las tres armas que vencen el pecado.

3.      Si aún llegan pensamientos a tu mente que no son de bendición recuerda esta frase "No puedo evitar que las palomas vuelen alrededor de mi cabeza, pero sí puedo evitar que se posen sobre ella" No puedes evitar tener esos pensamientos, porque muchas veces llegan de la nada, pero puedes evitar tenerlos más de 3 segundos en tu cabeza, porque eres tú quien decide.
  
4.      Dile a tu alma: “alma mía bendice a Jehová y bendiga todo mi ser su santo nombre” En todo lo que hagas pregúntate si eso honra a Dios.

5.      Encuentra la raíz de tu problema. Cada pecado cometido muchas veces tiene una raíz que no percibimos, es tu trabajo encontrarla. Puede ser evitando lugares que no te incentivan a cometer el mismo pecado, puede ser evitando horas determinadas al día o evitando estar en ciertas situaciones. Eso depende de ti, por ello te recomiendo darte tiempo para pensar y tener a la mano una hoja para escribir todo aquello que crees te está dañando. Luego decide lo que harás para destruirlo.

6.      Recuerda que al haber cometiendo de nuevo el mismo pecado no perdiste la guerra, sólo fue una batalla. El día que te rindas habrás perdido la guerra, pero eso depende de ti. Recuerda que tu lucha siempre estará. Mantente firme, en pié de guerra. Guarda los principios de Dios en tu corazón y ve a pelear. Defiende tu vida, pero sobre todo recuerda que el fin de esa guerra está dicho, tú ya ganaste, porque Jehová así lo dijo, sólo queda que tú lo creas. 

7.      Escribe una frase que te recuerde que estas en pié de guerra y llévala contigo siempre. Puedes usarlo como fondo de pantalla en tu celular o escribirlo en un papel y ponerlo en tu billetera, también puedes escribirlo en un cartel y pegarlo en tu cuarto, o si tiene más creatividad puedes hacer algo bonito y colocarlo en tu llavero. Pero haz algo que recuerde siempre tu guerra.


Algo que también debes saber, y es por eso que debo ser sincera contigo es que a cuando dejes de leer esto y vayas a enfrentarte de nuevo a tu realidad, la tentación será igual. Probablemente te sea muy difícil y hasta quizás llegues a cometer el mismo error. Que eso no te desmotive. Nunca dejes de arrodillarte, toma la decisión ya. Lee de nuevo tu "frase" y sigue esforzándote. 
La guerra se gana con estrategias, ya tienes una, ahora te toca ser disciplinado al aplicarla. No será fácil, pero Dios te dio poder, así que tampoco será imposible.  
Dejemos de ser fríos, podemos ser mejores.

viernes, 9 de mayo de 2014

Pequeñas decisiones

¿Has intentado dormir con un mosquito en tu habitación? Lo sé es insoportable, lo que yo siempre hacía era prender la luz y botar al mosquito, la verdad nunca me puse a analizar el efecto de su comportamiento, pero tengo una amiga que sí. Una vez me dijo: viste lo insignificante que parece ser un mosquito, a primera vista se ve como un insecto que hace gran cosa, pero intenta dormir en una habitación con él, te aseguro que no podrás (créditos: Johanna Bernuy, para que no te quejes ¬¬). Tenía razón, a veces algo tan pequeño e insignificante puede causar mucho alboroto. Lo mismo pasa con las decisiones, creemos que solo aquellas que a simple vista parece que tendrán gran impacto merecen nuestra atención, y dejamos de lado las pequeñas.
Hace poco escuchaba una prédica bonísima de Dante Gebel, y pude rescatar una frase muy interesante:
"Si no eres capaz de mantener la cremallera de tu pantalón arriba, es decir, no puedes aguantarte sin tener sexo, difícilmente seas un hombre de bien, de Dios, un empresario, porque si no tomas una pequeña decisión como controlar tus hormonas ahora, tampoco controlarás una compañía, ni lo sueñes. Son las pequeñas decisiones las que hacen las grandes, siempre"
¿Curioso no? Pero cierto, esa pequeña decisión de mantener tu cremallera del pantalón arriba hará que te mantengas íntegro. Una pequeña decisión o un pequeño mosquito que generará un gran impacto.
Hasta en lo que comemos, lo que vestimos, lo que vemos, en nuestros chistes, cuando nadie nos ve, en todo tomamos pequeñas decisiones y tu misión es lograr que sean correctas.
¿Pero como rayos sabré cuales son correctas? Simple, has esta prueba, cada vez que tomes una decisión pregúntate: ¿Esto honra a Dios? Si me pongo esta falda, este short, o esta blusa estoy honrando a Dios o solo busco incitar algo sexual, ¿es esto machista? ¿qué acaso no soy libre de andar como se me de la regalada gana? Seguro esta pregunta se te vino a la cabeza, y en parte tienes razón, pero ¿vale la pena defender el hecho de querer usar una falda donde se ve un pedazo de trasero solo para ser más sexy?, en serio ¿crees que lo vale?, yo creo que no, hay cosas más importantes que eso.
Dejemos los típicos legalizmos cristianoides sobré si me pongo una falda hasta la rodilla o hasta el tobillo, si uso pelo largo o corto, si es mas cristiano usar labial rojo antes que el rosa, y vivamos a plenitud nuestra vida.
Como te dije tomar pequeñas decisiones correctas es simple, sólo debe pasar el filtro "¿esto honra a Dios?" y punto.
Nadie te dirá como es la forma correcta de besar a tu novio o novia, o como abrazarlo(a) o tomarlo(a) de la mano, pero si sabrás hacerlo de forma correcta si honras a Dios.
No esperes que llegue la crisis para prestarle atención a estas pequeñas cosas, porque para entonces puede ser demasiado tarde, date tiempo para buscar a Dios y conocer sus principios. Sí, lo sé, en un mundo tan apresurado como este, encontrar un tiempo es complicado, pero créeme cuando la crisis llegue terminarás sacando tiempo de donde sea y lo peor es que no será una bonita experiencia. Entonces, para qué complicarte la vida si puedes prevenir algo así, mejor hagamos las cosas bien y para cuando la tormenta llegue, esta sólo se sienta como una simple cosquilla, ya que tu fe y tus principios estarán bien plantados en ti.
Dejemos de ser fríos, podemos ser mejores.

viernes, 7 de marzo de 2014

Soy Grecia

Hola, soy Grecia y este es mi nuevo blog.
Te comparto un poco de mi.
Me gusta leer, pero no soy una gran escritora. Puedo decir todo lo que me incomoda sin problema, a pesar que me gane más de un lío por eso. No soy la mejor en mi universidad, ni la peor. No tengo trofeos que enseñarte pero algo sí puedo decirte, soy la tipa más feliz del mundo, por ello intentaré escribirte todas aquellas cosas que me ayudaron a lograr serlo. Considera cada post como una carta para ti. Y bueno vale, me trago los nervios y comparto lo mejor de mi. Besos y gracias por leerme.


"Prefiero herirte con la verdad, que matarte con la mentira" John Huss